¿Cómo se lleva a cabo?

El masaje Tántrico se realiza ambos desnudos. De este modos se consigue agudizar la sensibilidad de los receptores epidérmicos y alcanzar una mayor sensación de libertad. Durante la sesión, las energías del cuerpo son estimuladas para que fluyan más suavemente. Todo ello va a mejorar la percepción de nuestros sentidos, permitiéndonos un profundo conocimiento de nosotros mismos.

El masaje se realiza con manualidades de distinta intensidad: desde toques muy suaves, casi un cosquilleo, que progresivamente van aumentando su fuerza a lo largo de la sesión. Pero, sobre todo, la actitud interior de ambos con la que se busca la fusión de las dos energías, es lo que da el verdadero “toque tántrico” al masaje. Se estimula todo el cuerpo sin excepción alguna, incluyendo las zonas genitales. La estimulación genital no está enfocada al mero placer eyaculatorio, sino para tratar los genitales como cualquier otra parte del cuerpo, sin preconceptos moralistas, aprovechando la gran cantidad de terminaciones sensoriales que abundan en esta zona, centro de la energía sexual primaria y donde reside el primer chakra.

Lo que se busca es expandir esta poderosa energía sexual desde el chakra raíz, por todas partes y experimentando, de este modo, sensaciones orgásmicas más potentes, que convierten nuestro cuerpo en el “Templo Sagrado” del alma, por lo tanto digno y merecedor de atención.

¡No hay zonas “tabúes” para el Espíritu!

A menudo, la mala información y conocimientos erróneos, hacen que muchos consideren el masaje tántrico igual que un masaje meramente sexual y erótico. Pero, sin menospreciar este tipo de masaje una sesión tántrica es mas que eso. Es una gran oportunidad para la meditación y la expansión del Yo; una escucha profunda continua. Es la integración total de cuerpo y alma que vuelven a sentirse unidos a la Energía Universal de la que procedemos. El masaje tántrico se realiza de formas distintas y las sensaciones y los efectos producidos por el mismo, son totalmente subjetivos y varían de persona a persona, ya que cada uno tiene un cuerpo y una respuesta diferente, según su recorrido personal, sensibilidad, traumas, personalidad. Incluso la misma persona, podría experimentar el masaje cada vez de formas diferentes ya que nuestro estado emocional cambia continuamente aunque con pequeños matices.

Sin embargo, en general, se puede afirmar que se alcanza una profunda sensación de libertad, de paz, de armonía y de equilibrio. El “toque tántrico” es una poderosa herramienta que reactiva nuestra conciencia del Ser, que es el único verdadero objetivo del Tantra.

La sensibilidad e intuición del masajista nos ayudarán a conectar con nosotros mismos, permitiéndonos situarnos fácilmente en el momento presente, en “el aquí y ahora”. Es un viaje guiado a una meditación a través de la sensualidad, para que nuestra conciencia despierte y vuelva a conectar con nuestro Ser interior expandiéndolo cada vez más.